Hola Erika, es un verdadero placer tener la oportunidad de platicar contigo. Tu historia ha sido increíblemente inspiradora, sobre todo con la creación de la campaña y fundación “Erika Quiere Vivir”. ¿Cómo fue el proceso de creación de esta iniciativa?

Gracias, es un honor compartir mi historia. Erika Quiere Vivir nació en un momento de desesperación, pero también de esperanza. En 2015, me diagnosticaron insuficiencia renal debido a las complicaciones del lupus, una enfermedad que había vivido conmigo por años. No tenía seguro médico en ese momento, lo que hizo que enfrentar un trasplante de riñón fuera casi imposible económicamente.

La campaña comenzó con la intención de recaudar fondos para cubrir los costos de mi operación, pero rápidamente creció, convirtiéndose en una plataforma de concienciación sobre la importancia de la donación de órganos.

Después de que recibí mi trasplante gracias a la generosidad de mi amiga Gabriela, supe que tenía que hacer más que solo agradecer; debía retribuir de alguna manera. Así fue como Erika Quiere Vivir evolucionó de ser una campaña a una fundación, cuyo objetivo principal es educar, crear conciencia sobre la cultura de la donación de órganos en México y brindar apoyo a quienes, como yo, enfrentan enfermedades que requieren trasplantes.

Ser diagnosticada con lupus a los 20 años debió haber sido un gran reto. ¿Cómo lidiaste emocional y físicamente con la enfermedad a una edad tan temprana?

Fue devastador. A los 20 años, yo era una joven completamente saludable, o al menos eso creía. Siempre cuidé mi cuerpo, comía bien, hacía ejercicio, no fumaba ni bebía, y de repente mi mundo cambió. El lupus es una enfermedad autoinmune que ataca tu propio cuerpo, y en ese momento apenas sabía lo que era. El diagnóstico me tomó por sorpresa, y aunque fue un golpe emocional muy fuerte, decidí que no dejaría que el lupus definiera mi vida.

Entendí que había factores emocionales detrás de la enfermedad y que debía abordarlos, aceptar que esto formase parte de mí. Enfrentar la enfermedad fue un proceso largo, pero fue una lección de vida muy importante: aprender a escuchar a mi cuerpo, a cuidar mi salud mental y, sobre todo, a no dar por sentado mi bienestar. Mi experiencia con el lupus también me ayudó a ver la importancia de crear una red de apoyo, tanto médica como emocional.

Lo que mencionas sobre la red de apoyo es fundamental, y lo vimos reflejado en el increíble gesto de tu amiga Gabriela al donarte un riñón. ¿Cómo viviste esa experiencia tan emocional?

Fue un acto de amor incondicional que cambió mi vida para siempre. Cuando Gabriela me dijo que quería ser mi donante, me llené de gratitud y, al mismo tiempo, de una profunda reflexión. Aceptar un órgano de alguien más, especialmente de alguien tan cercano, es un proceso emocional muy fuerte.

Me sentí abrumada por la generosidad de Gabriela, pero también supe que tenía que prepararme de la mejor manera posible para honrar ese regalo de vida. No solo fue un proceso físico en el que me enfoqué en estar en las mejores condiciones para la cirugía, sino también uno espiritual y emocional.

Trabajé mucho en perdonarme a mí misma, en perdonar situaciones del pasado y en aceptar que merecía una segunda oportunidad. Sentí el apoyo de tantas personas a lo largo de este proceso, desde mi familia y amigos hasta desconocidos que se sumaron a la campaña Erika Quiere Vivir. Esa red de amor fue fundamental para mi recuperación.

Es impresionante cómo has transformado tu experiencia en una misión de vida. No solo recibiste un riñón, sino que también has competido en los World Transplant Games, representando a México y ganando medallas. ¿Qué rol ha jugado el deporte en tu proceso de sanación?

El deporte ha sido un pilar en mi recuperación y en mi vida en general. Siempre he creído que el cuerpo es una extensión del espíritu, y cuidar de mi cuerpo a través del ejercicio me ha dado una sensación de control y empoderamiento, algo que perdí durante los momentos más difíciles de mi enfermedad.

Después del trasplante, el deporte me ayudó no solo a recuperar mi salud física, sino también a reenfocar mi energía y mentalidad. En los World Transplant Games he tenido la oportunidad de conocer a personas de todo el mundo que han pasado por situaciones similares y ha sido increíble ver cómo, a pesar de las adversidades, han podido rehacer sus vidas y competir a un nivel tan alto.

Participé en las competencias de Málaga, Newcastle y Australia, y actualmente me estoy preparando para los juegos de 2025 en Dresden, Alemania. El deporte también ha sido una forma de visibilizar la importancia de la donación de órganos.

"Al competir, no solo lo hago por mí, sino por todas esas personas que, como yo, han recibido una segunda oportunidad de vida"

La donación de órganos es un tema complejo en México. ¿Cuáles crees que son los mayores desafíos para fomentar una mayor conciencia y participación en este aspecto?

Sin duda, el principal reto es la falta de información y educación. En México, todavía existen muchos mitos y tabúes alrededor de la donación de órganos. Hay personas que creen que, si son donantes, los médicos no harán todo lo posible por salvar sus vidas en una emergencia, lo cual es completamente falso.

Otro obstáculo es que la decisión de donar no siempre está clara; aunque una persona quiera ser donante, si no lo ha comunicado a su familia, puede haber complicaciones legales o emocionales al momento de hacer efectiva la donación.

Necesitamos que la gente conozca la facilidad de registrarse como donante a través del Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA), y más importante aún, que hable con sus seres queridos sobre su decisión. Además, debemos mejorar el sistema de salud en México, tanto en hospitales públicos como privados, para que los procesos de trasplante sean más accesibles y eficientes.

Países como España tienen un sistema de donación tácita, lo que significa que todos son donantes a menos que decidan lo contrario, y eso ha aumentado significativamente el número de trasplantes. Me encantaría que México avanzara hacia un modelo similar.

Uno de los aspectos más poderosos de la fundación Erika Quiere Vivir es el enfoque en mujeres y niñas. ¿Qué te llevó a centrarte en este grupo?

Las enfermedades autoinmunes, como el lupus, afectan desproporcionadamente a las mujeres. De cada diez personas diagnosticadas con lupus, nueve son mujeres. Y es un patrón que se repite en otras enfermedades autoinmunes.

A través de mi fundación, quiero ofrecerles a estas mujeres y niñas un apoyo integral que no solo incluya el aspecto médico, sino también el emocional. He visto de primera mano lo solas que pueden sentirse las mujeres que enfrentan enfermedades crónicas, y quiero que sepan que no están solas, que hay una comunidad dispuesta a ayudarles.

"Mi misión es empoderarlas, enseñarles a cuidar de su salud desde un lugar de amor propio, y que entiendan que su valor no está definido por su enfermedad"

Tu trabajo como presentadora y speaker te ha permitido llegar a un público mucho más amplio. ¿Cómo logras combinar tu carrera en los medios con tu misión personal?

Desde que comencé mi carrera como presentadora, siempre he tenido el deseo de transmitir mensajes positivos y útiles. La plataforma que me dan los medios es una herramienta invaluable para amplificar temas importantes, como la donación de órganos y la resiliencia ante la adversidad.

Cuando hablo en público, ya sea en televisión, en conferencias o a través de mis redes sociales, trato de aprovechar cada oportunidad para crear conciencia, inspirar y compartir mi experiencia personal. Es una combinación muy gratificante porque no solo estoy cumpliendo con mi carrera profesional, sino también con mi propósito personal de generar un impacto positivo en las vidas de los demás.

Sabemos que acabas de lanzar el podcast “Aquí se vive cada día” para conmemorar el Mes de la Donación de Órganos. ¿Qué podemos esperar de este nuevo proyecto?

“Aquí se vive cada día” es un espacio donde hablamos sobre bienestar integral. Quiero que las personas que enfrentan situaciones de salud difíciles sepan que no están solas y que hay esperanza. En el podcast tratamos temas que van desde avances médicos y tratamientos hasta estrategias para mantener la salud mental.

También tocamos temas como los costos de los tratamientos y cómo las campañas de crowdfunding, como la que yo hice, pueden ser una solución en momentos críticos. La idea es crear un espacio donde la gente se sienta escuchada y comprendida, y donde puedan encontrar herramientas útiles para mejorar su calidad de vida.

 

Sigue a Erika en Instagram: @erikaisermx

 

Créditos

Fotografía: Luis de la Luz (@luisdelaluz).

Texto: David Patiño Torres (@bavidbavid) | Redacción Ambiance (@ambiancemx)

PR: @bookagencymx